El arte ancestral del Feng Shui busca mejorar las condiciones ambientales para fomentar el bienestar y la armonía general del individuo con su entorno y supone un orden especial de los objetos en un espacio determinado.
Un dormitorio que sigue algunas pautas según esta disciplina repercute de manera vital en la rutina diaria, potenciando el descanso y por ende repercutiendo en la salud y en la relación de pareja.
Quedan estrictamente prohibidos los muñecos o peluches de cualquier tipo, es un elemento infantil que te atará a relaciones inmaduras. Si tienes fotografías, que sean solo tuyas y de tu pareja, deja fuera del dormitorio a tus padres, amigos y hasta a tus hijos.
Cintas de correr, bicicleta de spinning y cualquier otro aparto para ejercicio. Elimina también cualquier cosa que te recuerde al trabajo, facturas pendientes y demás distracciones. El dormitorio es el rincón del amor.
Nunca pongas una televisión en el dormitorio. Es un enemigo mortal para las relaciones de pareja. Esto incluye móvil, tablet y ordenador. Déjalos fuera del dormitorio cuando estéis juntos en la habitación.
En general, en Feng Shui es aconsejable tener las paredes en colores neutros, ya que estos son los que van a permitir un mejor descanso. Los tonos beige, arena son muy recomendables, aunque si te gustan otros tonos como verdes o naranjas usa siempre tonos muy claros.
Para la ropa de cama, cortina y otras telas puedes usar tonos más intensos que contrasten con los tonos de las paredes y que incrementen la pasión de la relación.
Trata de evitar los colores fríos, como el azul o el gris.
La habitación debe ser cuadrada o rectangular, la cama, el punto más importante del dormitorio, debe tener detrás de ella una pared sin ventanas o puertas y estar lo más alejado posible de esta. Aunque la ausencia de cabecero sólido sea una costumbre muy implantada, es un problema porque tiende a crear inestabilidad y genera a largo plazo, agotamiento físico y emocional. Esto incluye las telas colgadas, los cojines como barrera e, incluso, los cabeceros metálicos. El cabecero puede ir o no unido al cuerpo de la cama y no tiene porque ser elaborado, puede ser sencillo: una madera o madera forrada con tela son suficientes.
La iluminación es otro punto clave para crear una atmósfera y serena que invite al descanso. Por este motivo, es fundamental no olvidar incluir la iluminación ambiental y, además buscar una temperatura de color cálida y una buena reproducción de colores. Las luces idealmente no deberían ser sólo de techo, sino tener múltiples puntos dentro de la habitación: lámparas de pie, de sobremesa, luces graduables que permitan crear distintas atmósferas según el momento: intimidad física, sueño profundo, actividades relajadas como leer u oír música.
